sábado, 22 de septiembre de 2012

Mujer de mi pueblo

Es ella la mujer que sueña, la de ojos color de sombra la que lleva en las manos el dolor y el espanto de un pueblo arrebatado. Es la que espera la esperanza en el corazón de la muerte que acecha a sus hijos y a su hombre, es ella, la mujer que llora y construye, la que teje y no desteje nunca, la misma que viste a sus muertos y reza, la que ríe y juega con los hijos insomnes de su vientre, es ella la mujer de mi pueblo, la que sostiene la patria en su regazo, a gritos y canto.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Ellos las prefieren rubias, brutas o putas?

Los caballeros las prefieren ¿rubias, brutas, o putas? En estos días estuve leyendo -y analizando un poco- el libro que dio pie a la serie del mismo título "Los caballeros las prefieren brutas". Me hizo recordar al libro de Ester Villar, que en sus tiempos levantó revuelo: "El varón domado" y a aquella graciosa película de Marilyn Monroe "Los caballeros las prefieren rubias".
Había creído yo que aquel libro de la Villar fue un boom de librerías simplemente porque para aquellos tiempos realmente era una bofetada a las mujeres que creían -y querían, pretendían y se preparaban para ello- ser mucho más que muñequitas burguesas de sociedad y entrecasa, o mujeres para todo uso y abuso de los estratos sociales económicamente menos favorecidos. Y pensé que una cosa así, actualmente, ya no podría tener éxito ni llamar la atención de nadie. En esto último me equivoqué.
En realidad, tanto Ester Villar como ahora la autora del libro émulo de su antecesora, obviamente pensaron que harían buena plata agrediendo al feminismo. Y claro que acertaron en eso. Parece un chiste de mal gusto, pero nada más vendible que un libro que presenta al antifeminismo en su máxima potencia, en tiempos en que las feministas ya no necesitan quemar sostenes en las calles, porque esa etapa la superaron y dejaron atrás las luchas simbólicas (muy necesarias en aquellos tiempos) para emprender de lleno otras más esenciales y de fondo.
"El varón domado" no fue más que un leve y falso análisis de los recursos de sobrevivencia de mujeres sometidas (ella las presenta como victimarias de los hombres), lo que llamamos sobrevivencia: esclavas que estudian a sus amos para utilizar en su favor las ínfulas de los dominadores. Sin hacer el esfuerzo de salir del sometimiento, y por eso mismo, totalmente faltas de dignidad.
La "bruta" presentada por Isabella Santo Domingo es lo mismo, con ciertos chispazos que rozan lo que ya es chiste: fingir ser tonta, en la creencia de que eso conviene ante un macho machista. Lo terrible es que Isabella propugna la idea de que hay que ser inteligente para fingirse bruta y terminar así haciendo que el hombre haga lo que una quiere.
Si es que ser inteligente se puede separar de lo que es digno. No creo eso, de ninguna manera, siempre creeré que la inteligencia incluye principios morales, valores.
Lo perjudicial es que este tipo de ideas (la mujer que se finge débil para que su hombre la provea) ayuda a perpetuar la imagen de la mujer cretina que así le gusta más al hombre machista, digo que es perjudicial porque si entre mujeres nos pisamos el poncho, ¿qué será de las nuevas generaciones de niñas? ¿llegarán a la conclusión de que mejor bruta con abrigo de mink (aunque esto de por sí es un atentado contra la naturaleza y por tanto, contra la especie humana lo cual ciertamente no es señal de inteligencia) que inteligente sin tiempo ni para pintarse las uñas y sin hombre que le compre una cartera de marca mientras ella está en la peluquería?
Ah, no. Ojalá las madres sean capaces de enseñar a sus hijas a superar esos modelos de idiotez, a superar el consumismo, a fingirse hasta putas si les da la gana o teñirse de rubias si les divierte,¡pero no BRUTAS!

martes, 29 de marzo de 2011

La tapa en blanco de "Clarín" y la verdad sindical

Una tapa en blanco puede ser más elocuente que todas las palabras. Y desde luego, periodísticamente es un recurso efectista. Por eso lo utilizó Clarín, sabiendo el impacto que causaría. Pero eso no quiere decir que el medio que lo utiliza tenga precisamente razón. Ni que haya intereses políticos tras el "piquete" que impidió a ese periódico argentino salir a la calle un día, como quieren hacer creer (como le conviene hacer creer). Pero desde luego, prensas hay que no sólo se constituyen en el cuarto poder, sino que abusan de ese poder y directamente mienten.
Luego se consideran diarios "serios" que ciertamente lo son, porque como mienten tanto, hasta perdieron la capacidad de divertir, de hacer reír y de acompañar al pueblo en sus inquietudes, sus quebrantos y su sentido del humor, que es lo que a fin de cuentas nos recarga las pilas. Y por supuesto, nadie más serio que un mentiroso.
Colegas del sindicato de periodistas del hermano país, emitieron un comunicado elocuente, denunciando los abusos de la patronal de "Clarín" (que a esta altura más bien funciona como CORNETA de la línea política de los dueños de la empresa) que además de irrespetar la ley laboral, convierte a sus periodistas -o pretende hacerlo- en simples amanuenses, tembiguái de sus intereses. Pero claro, como había que tapar eso, pretendieron matar dos pájaros de un tiro: la tapa en blanco, para hacer creer que el medio fue "censurado" por el gobierno (es fácil decir que una legítima huelga o piquete es manipulada desde los tentáculos del poder, pero a ver, que lo demuestren) y de paso, seguir así incumpliendo con los derechos de los trabajadores. Para desgracia de ellos, no todos en el mundo son idiotas inútiles como los mentirosos creen.
La mentira tiene patas cortas, y si Clarín quiere librarse de la "censura", es decir, del pataleo legítimo de sus trabajadores, lo único que tiene que hacer es cumplir con las horas laborales y pagar lo que corresponde en derecho. Y no estaría de más que aunque sea de vez en cuando permitan a sus periodistas serlo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Poemas de amor y otras yerbas candorosas

A propósito del Día de los Enamorados que está por llegar
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¿Aún se puede escribir sobre el amor sin ser reiterativo, y se puede decir algo más que todo lo escrito ya? "Sobre gustos no hay nada escrito", dicen, pero sin razón, porque gran parte de todo lo escrito en el mundo en realidad es sobre los gustos de cada quien. Y sobre el amor, resulta que todos creen que sus sentimientos son únicos, que nadie más amó así, y será por eso que hay quienes se suicidan o matan por amor... ¿amor? No es amor, es tontería creer que nunca se volverá a amar, que jamás se volverá a sentir gusto por la vida. "Como si no hubiera otra mujer (u otro hombre) en el mundo", es lo que dicen. Sólo que para pensar así, es preciso haberse roto el corazón unas cuantas veces. Y para seguir rompiéndose el corazón hay que seguir vivo... hasta que uno/a se pone ducho/a y con el cuero duro, y entonces empieza a romper corazones ajenos. ¡Si hay quien se deje!
El amor -el mal llamado amor, con su parte de entusiasmo, sus toneladas de deseo y sus tormentos obsesivos- sólo es el adorno de la sexualidad. El buen amor debería ser como la amistad pero incluyendo sexo. Lo que debería significar, si fuere AMOR con mayúsculas, que puede resistir a la muerte del entusiasmo erótico, y por lo tanto sobrevivir incluso a la ruptura y hasta a otras parejas que cada quien pueda formar posteriormente. Si no, si no fuera desprendido y desinteresado, no sería amor.
Sin embargo, sobre el AMOR que mata o que muere (porque simplemente si no hiciera tal a la larga descubriría su no-existencia o mejor, su intensa fragilidad), es que se han escrito casi la totalidad de poemas románticos. Pocos poetas han reconocido la muerte lógica del amor, el inevitable olvido. Pueden o no sonar empalagosos a los oídos versos como: "es tan corto el amor / y es tan largo el olvido", pero Neruda, el gran poeta chileno, es uno de los pocos que admite que el amor se desvanece, es efímero por más ardiente que sea. Luego quedan los recuerdos y antes de que los recuerdos se vayan, los poetas escriben versos, versos de amor justo cuando el amor prepara sus maletas y se está yendo con boleto de ida pero no de vuelta.
No es poco admitir eso, para un poeta romántico. Será largo el olvido, pero el amor es corto, y por tanto, se olvidará, es lo que nos dice Neruda. Lo que quedarán serán los versos y la capacidad de seguir amando... aunque se cambie de blanco. Tal vez en Neruda el romanticismo llega hasta donde puede llegar en un hombre de profundas convicciones izquierdistas, como lo fue él. Un concepto de amor alcanzable sólo para quienes carecen -felizmente- de ese horrible, tormentoso y perjudicial, a veces asesino incluso, sentido de propiedad en referencia a la persona amada. ¿Porque te ama, una persona te pertenece? No, de ninguna manera, lo que sí puede o no existir es la lealtad, que es otra cosa.
Bien lo dice otro poeta de izquierda, Mario Benedetti, quien concibe el amor como aquel "mirar juntos" en la misma dirección, en vez de mirarse mutuamente sin utilidad. Y sin embargo, nada más romántico que estos poemas del uruguayo.


Te quiero
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(Mario Benedetti)

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.



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Y aquí, va otro poema del AMOR con mayúsculas, el que crea y dignifica porque es fruto de ideales comunes, del amor de los iguales. ¿Promete amor eterno, del tipo de amor de sábanas, impetuosidades y celos que suplen a la comunión de dos almas? No, sólo el amor de amigos que es también el amor de amantes cuando hay un ingrediente más... que puede terminar esfumándose, pero no importa, porque, como dice Benedetti, ud. sabe que puede contar conmigo. Y es lo único que importa.


Hagamos un trato
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(Mario Benedetti)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
ni hasta diez
sino contar
conmigo.
Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo.
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe
que puede
contar conmigo.


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Lo dirá de otra manera y usará las palabras como fusiles, Ernesto Cardenal, en estos cortos versos.



Madrigal
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(Ernesto Cardenal)

Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.


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De los poetas que cantaron al amor exclusivista, al "mata o muere" y al amor imperecible ("y que sea eterno mientras dure"), dos han dado sus definiciones del amor... preciosos versos románticos al sentimiento que ignora su final predecible. Como en los cuentos de hadas y las películas de romance, para que el amor no muera hay que escribir FIN cuando la pareja se besa o se casa. Seguir después de eso sería asistir al desgaste de la pasión y para evitar esto los enamorados tendrían que morir.... fíjense lo que escribió Quevedo.


Definición del amor
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(Francisco de Quevedo)


Es hielo abrasador, es fuego helado,

es herida que duele y no se siente,

es un soñado bien, un mal presente,

es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,

un cobarde con nombre de valiente,

un andar solitario entre la gente,

un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,

que dura hasta el postrero paroxismo;

enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.

¿Mirad cuál amistad tendrá con nada

el que en todo es contrario de sí mismo!


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Y Lope de Vega escribe también su definición del amor, igualmente melodramático, pero eso sí, más ajustado a esas mariposillas que activan en el estómago la sola "visión" del ser amado, al galope de la sangre que hace subir la presión, al rubor y el tormento, en fin, hay que leer esto y recordar:



Soneto 126
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(Félix Lope de Vega)

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

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¿No es verdad que esto es amor, y que quien lo probó, lo sabe? Lope de Vega sigue siendo quien mejor ha descrito el mal llamado amor. Otros lo han intentado. Otros han hablado del amor verdadero, el que dura aunque ya no dure, el que es capaz de todo por aquello que quedó después del amor. Y hay quienes, como Benedetti, Ernesto Cardenal y otros, han tenido la suerte de saber que el amor es algo más que mirarse a los ojos. Claro que sí. Y después de todo, tras unos años y luego de que las feromonas hicieron su efecto -parte del cual es ir deshaciendo lo hecho- lo que queda, si es que algo queda, es lo que se fue sembrando de a dos, aquello que se idea y porque se ama, los ideales, la lucha en común, el afecto incondicional.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El buen amor y el mal llamado amor

Cuando se habla de amor, referido a pareja, ¿de qué se está hablando realmente? Definamos AMOR, en general: sentimiento altruísta que nos hace solidarios con quienes amamos, capaces de sacrificarnos por la felicidad, tranquilidad o realización de esas personas. Por tanto, nos hace mejores y en su proyección, nos vuelve desprendidos, generosos.
A ese concepto, agreguemos una pizca de atracción sexual, y una cucharada generosa de sentido de propiedad acerca de una persona. Tendremos el mal llamado amor. Amor hacia una persona a quien tenemos como pareja o la queremos para eso, o al menos, para la cama. Inmediatamente, apenas agregados estos ingredientes, veremos que se definflan y autoeliminan la generosidad (que para serlo, tiene que ser desinteresada), el altruísmo (porque el amor de pareja suele ser egoísta), el desprendimiento (el sentido de propiedad hace añicos las posibilidades de compartir nada) y desde luego, en el orden de prioridades, repentinamente la obsesión irrumpe en la relación de AMOR.
Pasado el tiempo, y si las cosas pasaron a más, se autoeliminan de nuevo varios de los ingredientes. Chau atracción sexual (los científicos han comprobado que todo es cuestión de feromonas), adiós las ganas hasta de agradar a la otra persona, total ya se la tiene al lado y, ¡vade retro! tampoco es la octava maravilla como se había pensado en principio.
La obsesión, ni hablar, ¿cómo obsesionarse con lo que ya se tiene al lado e incluso se ha convertido en una OBLIGACIÓN? ¿Qué es lo que queda, entonces? Si algo queda, y esto en el mejor de los casos, es el compañerismo, la amistad si es que fue posible cultivarla, regarla. Si no, sólo puede quedar el sentido de propiedad, mayor cuanto más tradicional y machista sean ambos o uno de los dos. En muchos casos, hay quienes mezquinan a su pareja de otras personas ¡sólo porque no tolerarían dejarla que sea feliz con otra persona! Es lo que mal llama AMOR.
¿Y el buen amor? ¿Existe? Sí, puede existir. La cuestión es que es difícil y se diluye con más facilidad que los amores tradicionales. Porque tiene que dar, para seguir siendo amor. Porque deja libre, para seguir teniendo dignidad. Porque sabe que nadie es dueño/a de una persona, ni siquiera si es correspondido/a. Y quizás, porque sabe esperar pero también sabe que el amor es amplio, aunque no eterno.
Hay demasiadas mentiras en torno al amor. Por algo los cuentos y las películas románticas terminan justo cuando "se casaron, y fueron felices y comieron perdices". Más allá de que las pobres perdices no tienen la culpa, la verdad es que si se prolongara más allá de aquel "se casaron y fueron felices", muy otro sería el cuento.
Llegarían las cuentas de agua, luz, la abuelita enferma, los suegros que llegan a instalarse en la casa, los hijos sotretas que nunca salen como uno/a quiere, el fideo que no es igual que el arroz y no hay modo de ponerse de acuerdo, los chismes, los desacuerdos políticos que se meten hasta en la cama, la plata que no alcanza o que alguno no sabe manejar, y mil etc. muy problemáticos que le ponen a uno y a una los pelos de punta y que pueden llevar a cualquier matrimonio a ser lo que es y está destinado a ser desde que un cura lo bendijo y un juez lo inscribió "para bien y para mal": una mierda.
Y sin embargo, gracias al mal llamado amor ¡qué hermosos poemas se han escrito! Quizás, sólo quizás, por eso podemos disculpar a ese sentimiento absolutamente ególatra y desconsiderado que suele terminar mal, muy mal, al estilo de ¡atrapado sin salida!

Horizontal... mente, ¿no es en verdad lo que se quiere cuando se habla del mal llamado amor?

Horizontal...
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(De: "La voz a ti debida")


Horizontal, sí, te quiero.
Mírale la cara al cielo,
de cara. Déjate ya
de fingir un equilibrio
donde lloramos tú y yo.
Ríndete
a la gran verdad final,
a lo que has de ser conmigo,
tendida ya, paralela,
en la muerte o en el beso.
Horizontal es la noche
en el mar, gran masa trémula
sobre la tierra acostada,
vencida sobre la playa.
El estar de pie, mentira:
sólo correr o tenderse.
Y lo que tú y yo queremos
y el día —ya tan cansado
de estar con su luz, derecho—
es que nos llegue, viviendo
y con temblor de morir,
en lo más alto del beso,
ese quedarse rendidos
por el amor más ingrávido,
al peso de ser de tierra,
materia, carne de vida.
En la noche y la trasnoche,
y el amor y el trasamor,
ya cambiados
en horizontes finales,
tú y yo, de nosotros mismos.

(Pedro Salinas)

sábado, 27 de noviembre de 2010

¡Tírenle aunque sea un plato!

La primera reacción: dicen en mi país (sabiduría popular) que el hombre abusa sólo si la mujer se lo permite, así que todo depende de la primera reacción de ella ante la primera muestra de violencia de él. Es cierto, aunque no en casos extremos en que "el rey de la casa" es una verdadera bestia, un asesino en potencia.
Pero si una se casa con el machito usual paraguayo, o se "arrejunta" (amancebamiento, concubinato, esclavitud sin título, matrimonio de hecho) con uno de esos ejemplares producto del lavado cerebral social-familiar que entroniza al varón sólo porque le cuelga algo entre las piernas, entonces pronto tendrá la oportunidad de corregir al susodicho o dejarse esclavizar como lo hacían nuestras abuelitas. Porque tras los licores corporales y sentimentales de la pasión juvenil (o madurita), en carácter de luna de miel tras la ceremonia o sin ceremonia, surgirá el machito que no puede serlo a menos que tire de los pelos a su mujer y le haga "entender" quién mandará en esa casa.
Puede ser un grito, un insulto o un manotazo. Quizás una bofetada, para irla acostumbrando y también para chequear si ella se dejará manejar como lo hacía su mamita (la de él) que le crió así, en la convicción de que la mujer ideal es la que se deja violentar en cualquiera de los sentidos o en todos. Seguramente, si la madre de ella logró superar el machismo familiar y rompió la cadena de cretinismo machista, la habrá advertido a la hija acerca de ese momento -que llegará sin falta, sí- y le habrá dicho lo que debía hacer. Así que esta mujer le tirará algún cuchillo o un plato apenas él la golpee o le grite, se irá hasta que él de rodillas le prometa nunca más levantarle la mano u ofenderla (y le hará sufrir un buen tiempo antes de volver), o le dirá que si otra vez le levanta la mano, ella le cortará los huevos mientras duerme.
Eso es poner los puntos sobre las íes, y de allí en más, el "rey de la casa" sabe que lo seguirá siendo para los demás (porque las mujeres por acá consienten en ese disimulo, ya que ellos no estarán con una mujer que les "humille" en sociedad con una igualdad sexual "intolerable"), pero que en casa ni se le ocurra hacerse el cavernícola, porque la mujer que tiene en casa no es de las que se convierten en víctimas, sino potenciales Lorena Bobbitt. Dicho sea de paso, los machos machistas son justamente los que más recurren a burdeles para masoquistas, porque precisan soltar las "riendas del poder" y en el fondo, sueñan con una mujer que les ponga el bozal, les aleccione a latigazos, les humille y les trate como ellos las tratan a sus esposas. ¡En serio!

jueves, 25 de noviembre de 2010

La ley sádica del macho machorum impotentus made in paraguayensis

La Ley sádica de entrecasa, ley no escrita contra las mujeres, sigue gozando de buena salud (es un decir, ya sabemos que más bien hablamos de enfermedad) y tiene sus bases donde siempre: la mujer es peligrosa si se le afloja, hay que hacerle bajar la cabeza y aplastarla para que consienta en creer que es inferior al hombre. Para que consienta, sí, porque es el único modo que tienen los sádicos hoy día para seguir siendo los "amos" del hogar, ya que, aún con algunos puntos que ajustar y todo, hay leyes escritas que sí protegen a las mujeres. Bastaría con hacerlas cumplir, y en gran parte, cuando no se puede, es porque las propias mujeres siguen convencidas de que tienen que someterse a los caprichos de los cretinos machistas que las tienen sometidas como esclavas que ni se dan cuenta de su condición. ¿Se casaron, fueron felices y comieron perdices?
Bueno, también muchas mujeres están condicionadas para creer que ser sometidas -pero casadas o su equivalente- es el único destino feliz al que pueden aspirar. En tanto del propio hogar las mujeres salgan con el lavado de cerebro que les hacen los padres con el modelito tradicional y el modelito de madre abusada física y/o sicológicamente pero "realizada" porque tiene marido e hijos, tenderán a creer que es todo lo que pueden esperar. Soportar la infidelidad del hombre -o mejor, la deslealtad- en inferioridad de condiciones (porque él sólo tendrá que pedir perdón y llegar con un ramo de flores, o peor, la obligará a aceptar su condición y la golpeará para que se "corrija", pero ella puede morir en el intento de ser infiel o será echada de la casa con o sin hijos) es parte del "destino" de mujer. Aún ahora.
La ley sádica está muy amparada por la sociedad tradicional. No se trata más que del rejuntaje y revoltijo de hombres machistas y mujeres esclavizadas desde sus hogares ya en connubio con la religión que las somete como columna principal del llamado "matri"monio. La niña aprenderá de su madre a callarse o callarse a golpes, y de su padre aprenderá que NO ES NADA sin el varón, que tiene que soportarle tanto en la cama (a veces, la somete sexualmente el propio papá para que vaya "alineándose") como fuera de ella, aunque le duela el alma y le duelan los hijos y no quiera tenerlos. ¿Quejarse? Podría morir a golpes, a cuchillazos o a tiros, podría quedar sin el sustento propio y de sus hijos, ya que estas mujeres generalmente tienen pocos recursos para sorevivir solas y se sienten marginadas "sin marido". Muchas no ven como salida más que la propia muerte o en el mejor de los casos, la viudez.
Y por otro lado, el machito de la casa, el nene ricura de su mamá y el "orgullo" de su papá, aprende de éste que es el rey de la casa, aunque no sepa respetar ni a la madre de sus hijos. Si no, ¿por qué la hermanita le debe servir en todo, plancharle la camisa, lavarle la ropa, si no es por el destino inevitable de cada uno según su género? Entonces, pronto aprenderá del macho mayor de la casa, que en el mundo sólo hay dos clases de mujeres: las que son para casarse y las que son para su diversión. Claro que siempre se buscará, una vez cumplido el sueño de la esclava propia titulada o no, si no una puta a la que tiene que pagar, una amante a la que, en el fondo, considerará una puta también. Lo será, pero no porque le cobre sino por meterse con él. Con esa clase de cretino abusivo, paranoico, un impotente sentimental -y físico, con frecuencia- porque quien no sabe valorar a una mujer tampoco puede amarla ni amar a otra.